#narraluz 76

#narraluz 76

Estás dormido y no puedo dejar de mirarte. No consigo conciliar el sueño. Todo me preocupa demasiado, incluido tú.

Amarte es un auténtico combate con mi soberbia. Es una lucha constante contra lo peor de mí, que envenena nuestra relación. Amarte me obliga a salir, a despojarme de mí misma, a ser aquello que nunca imaginé ser. Amarte me obliga a perder el control y eso me hace sentir tan vulnerable…

Amarte es jugarse la vida sin estar asegurada.



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#Narraluz 45

#Narraluz 45

Tenéis que decidiros. Si estáis dispuestos a empezar un camino juntos, tenéis que elegir el calzado adecuado. Pensad que muchas parejas se rompen a medio camino por esta causa…

Ambos debéis llevar zapato cómodo. El tacón no es bueno para grandes distancias. Acaba haciendo daño o rompiéndose en el trayecto. No pongáis pues el acento en lo elegante, en lo glamuroso, en lo chic… Zapato cómodo, que los dos os sintáis a gusto en la travesía. Ya el camino es largo y duro como para tener que afrontarlo con ampollas y rozaduras desde el comienzo.

Y que sea flexible, de buena suela, bien curtido y sin defectos en sus costuras. Lo importante es que dure. Luego, que sea amarillo o rojo, liso o con estampados, moderno o clásico… ya da un poco igual. Ahí cada uno elegid lo que más os guste.

Un camino puede ser apasionante pero hay que saber andarlo.

#Narraluz 26

#Narraluz 26

Bailamos toda la noche y le dimos la bienvenida al sol, sentados, uno junto al otro, a la orilla del mar. El corazón, sonriente. El ánimo, arriba. Los sueños, desbordados. La mirada, brillante.

Y en aquella playa del norte, con los pies doloridos y acariciados por la fresca brisa atlántica, nos besamos por primera vez.

Desde entonces, la primavera me sabe a beso, a brisa, a playa. Desde entonces brindo por el sol y por los pies destrozados en compañía.

#Narraluz 3

#Narraluz 3

 

Te miro mientras duermes y recuerdo.

Es fácil vivir siendo una sombra, uno más de la manada. Uno sólo tiene que dejarse llevar y permitir que la oscuridad que uno lleva dentro se apodere de la totalidad del corazón. Es la perdición disfrazada de placer, de diversión, de libertad. Es la nada abriéndose paso por el alma, destruyendo todo lo que encuentra en su camino.

Tu mano levantó mi cabeza y me obligó a mirarte a los ojos. Mi mirada vejada, donante de tristeza, pudo verse reflejada en unos ojos comprensivos, en pupilas pequeñas y serenas, en el color verde de tu esperanza inquebrantable. Me sacaste del anonimato de la vida y me devolviste mi nombre. Me llevaste a pasear de tu brazo y me enseñaste a mirar hacia arriba, donde se descubren los secretos mejor guardados de la belleza.

Te miro mientras duermes y recuerdo, con agrado, todo lo que vivimos ayer. Te miro mientras duermes y rumio la emoción de verte entrar blanca y radiante por la puerta grande de mi existencia.