#Narraluz 60
– ¿Tú que haces esta noche: agradeces el año vivido o celebras la oportunidad del que está por nacer?
– Qué profunda estás esta noche tía…
– Es que me gusta saber por qué salgo de fiesta exactamente…
– ¿Tú que haces esta noche: agradeces el año vivido o celebras la oportunidad del que está por nacer?
– Qué profunda estás esta noche tía…
– Es que me gusta saber por qué salgo de fiesta exactamente…
Me deleito con su fragancia y el sonido de sus gentes. La voz gastada de Charles Aznavour sale de un comercio y llena el paseo lleno de luces. Es Navidad y ningún sitio como París para celebrarla.
Más de dos años han pasado desde aquella JMJ en Madrid en la que nos conocimos, cantándole al Señor y dándole vivas al Papa. El Cristo que nace es el mismo que nos presentó. Aquel que nos rescató de la oscuridad es, hoy, la luz que nos hace brillar y ser luz para otros.
– Se acabó – me dijiste apoyada en la puerta de la cocina.
Estabas herida pero el dolor no te inquietaba; llena de la serenidad propia de la que lo abandona todo por un tesoro aún mayor.
– Fuerza y valor – te dije. – Creo que todo será para bien.
Y te abracé.
Cuesta. Cuesta ser consciente. Tanta tienda, tanto anuncio, tanta bombilla, tanta fiesta, tanto fútbol, tanto… que cuesta darse cuenta de toda la suciedad que hay en el mundo. Ciegos. Atontados. Drogados. Esperando que venga otro y limpie mientras nos escondemos detrás de whastapps en un grupo «flower-power»…
Y millones de corazones a juego, para no desentonar…
Cuando las cosas se ponen feas, no nos queda más remedio que ser valientes.
Hay momentos, días, épocas… en los que de nada valen las palabras, en los que el tiempo de la preparación termina. Todo lo leído, todo lo estudiado, todo lo orado, todo lo aprendido, todo lo meditado, todo lo vivido, todo lo herido y todo lo curado… todo lo amado… cobra sentido. Es el tiempo de los hechos.
Ha llegado mi momento. Cronómetro a cero. Comienza la gran batalla.