– ¿Cómo te llamas? Yo soy Juan…
Silencio.
– ¿Puedo jugar contigo?
– No.
– Papáááá. no quiere jugar conmigo…

¿Por qué se le hace tan difícil a algunos abrirse al cariño? ¿Puede uno jugar solo en un parque? – me pregunto mientras calmo el desconsuelo de quién no entiende todavía el rechazo…

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narraluz01