Todas las mañana nos vemos. Parece una paradoja, pero no soy capaz de decir quién ve más allá de lo que pasa por delante de nuestros ojos.
Tras su ventanilla y sus cupones, Juan está al tanto de todo lo que sucede en el barrio, conoce a todos los que vivimos en él y es capaz de adivinar si algo va mal sólo con escucharnos…
Yo, en cambio, llevo un perro lazarillo que me saque de mi soledad y me lleve al encuentro del cariño.
– Buenos días Juan. ¿Cómo va todo?
– ¡Buenos días Paco! Pues ya ves… ¡Repartiendo alegrías!
– Es la primera vez que entro en una mezquita.
– Yo es la primera vez que invito a un católico a entrar.
– Si no te hablo más, no te molestes. Mi silencio es signo de recogimiento, de alabanza, de intimidad.
– Ven por aquí. La oración va a comenzar. Ora con nosotros. La paz del mundo empieza a construirse aquí, hoy.
Pinto las paredes de vuestras iglesias pero no os conozco. Me da vergüenza miraros a la cara. Me río de vuestros vestidos anticuados de monja y desprecio a los curas. Me ponéis mala. Estáis ciegos. ¡Y sordos! ¡El mundo está afuera! La gente muere y sufre mientras vosotros coméis esa hostia que yo pisotearía…
Vuestra paz me enciende, vuestra carita de buenos mientras os increpo y os insulto… no la soporto.
Me jode que seáis felices creyendo. No puede ser tan fácil. ¡No puede ser! ¡No! Si fuera tan fácil… ¿por qué yo no lo soy?
– ¡Políticos corruptos, homosexuales fuera del armario, actores heroinómanos, familias rotas, mujeres enseñando sus tetas…! ¡¿Pero dónde vamos a llegar?! ¡Esto es un escándalo!
– El Papa dijo que la división de los cristianos también era un escándalo…
– ¡Bah! ¡¿Qué sabrá el Papa?! ¡¿Dónde vamos a llegar?! ¡¡¡¿Dónde vamos a llegar?!!!
– Sólo entré a hacer una foto, te lo juro. Con mis bermudas de guiri y mi sombrero para el sol. Sólo una foto… No comprendo qué pasó…
– ¿Alguien te llamó la atención?
– Oí una voz, la voz de Dios… supongo que era Él. Me hablaba desde la tibia penumbra, deslizándose por los ligeros arcos de la sutileza, a través de los centenarios muros, en aquella oscuridad tan llena de luz… Era como si me estuviera esperando… Como si aquel templo hubiera sido diseñado y construido para ese momento… Algo muy extraño…