Cuando te separas de aquello que te alimenta, cuando decides que tú puedes solo y no buscas lugares o personas nutricios, empiezas lentamente a morir.

Al principio no lo notas. ¡Incluso tienes mayor sensación de libertad! No te engañes. La raíz, lo que da fundamento a tu vida, se seca rápido. No es difícil. Y una vez seca la raíz… sólo cabe esperar.

Todavía se puede. ¡Vuelve antes de que ya no haya marcha atrás!