– Tiene 4 hijos.
– Me importa una mierda. ¿Qué quieres que haga? ¿Te piensas que soy libre, que estoy por encima del bien y del mal?
– Eres el manager.
– ¿Y eso qué coño quiere decir? ¡Explícamelo!
– Pues alguna palabra tendrás tú.
– Pues no la tengo. Él es un número en esta compañía. Una cifra. Un coste. Un beneficio. Un balance de cuentas. Y hoy por hoy es negativo. Se tiene que ir.
– Alfredo es una persona…
– ¡Nooo! ¡Es una puta pieza! ¡Una puta pieza del puzzle! ¡Sal de mi despacho inmediatamente!
– Carlos… no te pongas así…
– ¡Que salgas he dicho joder!
Me di la vuelta y cerré despacio la puerta al salir. Nada volvería a ser igual. Yo tampoco.