#Narraluz 50

#Narraluz 50

Sed. Eso es lo que provocas en mí. Sed.

Me conoces tan bien que eres capaz de sacarme de la madriguera en la que me escondo cada cierto tiempo. Te acercas y con tu sola mirada, clavada en mis ojos, consigues que mi alma arda en deseos  de beberse el mundo. Sed.

Me rescatas del torbellino donde el mundo me lanza, me liberas de todas las ataduras ficticias que acabo creándome, escuchando a unos y a otros. Tú eres distinta. Una palabra tuya me extirpa del sistema y me hace ser yo, tan sólo yo. Me recreas, como el mar suave que hace nueva la arena que toca.

No sé si eres real o tan sólo una ilusión. ¡Pero existes! ¡Existes sin duda! Y gracias a ti, existo yo.

#Narraluz 49

#Narraluz 49

Cuando te separas de aquello que te alimenta, cuando decides que tú puedes solo y no buscas lugares o personas nutricios, empiezas lentamente a morir.

Al principio no lo notas. ¡Incluso tienes mayor sensación de libertad! No te engañes. La raíz, lo que da fundamento a tu vida, se seca rápido. No es difícil. Y una vez seca la raíz… sólo cabe esperar.

Todavía se puede. ¡Vuelve antes de que ya no haya marcha atrás!

 

#Narraluz 48

#Narraluz 48

El aire sopla y a mi me gusta. No me molestan los días ventosos. A ti sí. Sientes que todo lo que eres va a desaparecer al tomar la curva…

No tengas miedo. Cree en ti. Eres más fuerte de lo que crees, más valiente, más capaz… Siempre habrá días ventosos, nubes negras, tormentas temerarias y huracanes destructivos. Nada pueden con aquellos que saben cuán largas son sus raíces, cuán fuertes sus brazos, cuán grande su corazón y cuán poderoso su guardián. Y si no lo sabes… pregunta dónde está el refugio más cercano y déjate proteger mientras sea necesario.

#Narraluz 47

#Narraluz 47

Hay veces que tendrás más cuerda y otras menos. Hay días en los que sentirás, incluso, una aparente sensación de libertad. Pero entonces llegará el tirón en el cuello y despertarás del sueño. Estás atado a toda esa basura de la que me hablas. Eres un auténtico desgraciado y, lo triste, es que no te das cuenta. Has decidido rendir pleitesía al señor oscuro y ahora empiezas a pagarle tributo.

¡Despierta! ¡Conviértete! Pide ayuda o acabarás pensando que la vida son las cuatro baldosas de mierda de tu alrededor.