#Narraluz 19

#Narraluz 19

Yo me vendí hace tiempo. Vendí mi alma al diablo. Él llegó a controlar toda mi vida, sentado en el trono de mi existencia. Me susurró las decisiones a tomar, me dijo lo que tenía que decir, los nombres de las personas a las que había que destruir… Vendí mi alma al diablo y éste la compró sin dudar.

Cuando vino a verme no olía a azufre ni sus ojos desprendían las chispas del fuego eterno. No. Su apariencia era sosegada, tranquila, diría que casi familiar. Se mecía despacio, sin prisa y me miraba a los ojos. Me ofreció aquello que yo no tenía, me convenció poniéndome en bandeja aquello que yo más ansiaba…

Vendí mi alma al diablo y, ahora, sólo el perdón luminoso de Dios puede librarme de esta insoportable prisión perpetua.

#Narraluz 11

#Narraluz 11

– No acabo de entender…

– No hay nada que entender. Es parte del misterio…

– ¿Misterio? No te entiendo. No entiendo esa aceptación abnegada de la realidad. El gran drama del mundo acontece cada día y, mientras, Dios observa, como un jubilado más; ahí, apoyado en la valla, en silencio, sin intervenir, dejando que todo suceda sin más. ¡¿Y me dices que es parte del misterio?! Yo no pudo creer en ese Dios inmóvil en el que tú crees.

– Yo no creo en ese Dios que observa del que me hablas. Yo creo más bien en el Dios que espera a que algunos de nosotros alcemos la mirada y vayamos a su encuentro. Yo creo en el Dios de la paciencia inagotable y de la esperanza infinita.